Sant Sebastià

San Sebastián, patrón de la Ciudad de Palma, hijo de padres ricos y nobles, nació en Narbona (Francia). Muy joven recibió el Bautismo y se educó en la ciudad de Milán. Se alistó en el ejército romano precisamente para practicar el cristianismo ocultamente y convertir a sus camaradas y a cuantos gentiles pudiese. Llegó a ser capitán de la escolta de Diocleciano. Y dícese que Sebastián era muy apreciado y que atraía las simpatías de cuantos le iban conociendo. Pero un día lo denunciaron al emperador por ser cristiano. Ni con promesas ni con amenazas pudieron hacerle renunciar a la religión de Jesucristo. Y por esto fue condenado a morir a saetazos, atado a un palo, muy cerca del palacio del emperador. Las flechas fueron hiriendo su cuerpo y llenándolo de sangre. Los arqueros disparaban sin cesar, por fin cerró sus ojos, y su cabeza y cuerpo cayeron desfallecidos. Los verdugos lo dejaron, creyéndole muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido. Entonces, en vez de esconderse, presentóse con más valor que antes al emperador Diocleciano, que se llenó de pánico al verle, pues le creía ya muerto y sepultado. El Santo Mártir proclamó ante él su fe y le reprendió por su crueldad. Indignado Diocleciano, le echó de su presencia, mandando que fuese azotado hasta una muerte cierta. La reliquia del santo llegó por mar a Palma en el año 1523 y desde entonces se le venera por su tradicional protección contra las pestes, plagas y enfermedades. San Sebastián es patrono de los arqueros, los soldados y los atletas. El nombre “Sebastián” significa:”digno de respeto, venerable”.


El día 19 de enero por la noche, víspera del patrón de Palma, se celebra la “revetla” del día de San Sebastián. Las calles y plazas cobran vida propia. El bullicio es enorme, y se huele en el ambiente el olor a leña quemada. En todas las plazas y calles se encienden hogueras o “foguerons”, para que los vecinos puedan torrar la sobrasada y los botifarrons. Después, cada plaza de la ciudad ofrece una propuesta musical y festiva diferente. El Ayuntamiento de Palma organiza conciertos de diferentes índoles, desde música de la tierra a rock, que se escuchan, de forma totalmente gratuita. En estos días la ciudad está más viva que nunca; conciertos, teatro, actividades infantiles, exposiciones, actividades deportivas, díada ciclista, maratón fotográfico y un sin fin de actos, que culminan con el “aiguafoc”, un gran espectáculo de fuegos artificiales.

Enviado por juankar (18.01.2005 22:14)