Monumento a los corsarios

En el puerto de Ibiza, junto a la estación marítima, se levanta un monolito que quizás sea el único en el mundo que honra a los corsarios. Fue inaugurado en 1915 en memoria de todos los marinos que se dejaron la vida para salvaguardar la isla. Uno de los más famosos corsarios ibicencos fue sin duda el capitán Antoni Riquer (1773 - 1846), nacido en el barrio marinero de La Marina. Según consta en documentos de la época, consiguió la rendición de más de 100 naves enemigas.

No debemos confundir la actividad pirata con la corsaria. Mientras los piratas actuaban por cuenta propia, los corsarios estaban regulados por ley. Solo podían actuar aquellos a los que les había sido otorgada la “Patente de Corso”, y previo depósito de una fianza, para sí llegado el caso tenían que responder de sus actos. Del mismo modo, solo podían ser abordadas las naves pertenecientes a flotas extranjeras con las cuales existían conflictos, para posteriormente, estas naves ser sometidas a un tribunal. Una buena parte de los bienes expropiados por los corsarios iban a parar a la Real Hacienda.

Unas inscripciones en el monolito dicen lo siguiente:
“Fue colocada la primera piedra el 1 de junio de 1906, primer centenario del apresamiento de “El Papa” por el capitán Riquer”.
“Erigido por suscripción pública, fue inaugurado el 6 de agosto, año de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo 1915”.
“En lucha secular y heroica pugnaron por la patria: sea gloriosa y perdurable su memoria”.

Por otra parte, la placa principal del monolito, nos representa la imagen de un “Xabec”, la nave habitual que usaban los corsarios ibicencos.

Enviado por juankar (30.08.2008 01:43)